miércoles, 30 de enero de 2013

Swedish House Risa

Para contrarrestar la dureza de las clases, y de la clase los SÁBADOS, decidimos hacer un plan alternativo e ir al concierto de Swedish House Mafia, aprovechando que tocaba en Bangalore, y ver así como se lo montan estos Indios.
La verdad es que a ninguno menos a Alejo, nos llamaba la atención el concierto, pero creímos que era mucho mejor que quedarnos en casa.

Primera sorpresa del día: el concierto empieza a las 17:00, finalizando a las 22 y el día de celebración domingo 20 de enero.

Mientras lluvias torrenciales y avalanchas de nieve azotaban Euskadi, las tormentas tambíén azotaban Indonesia, y el jet privado de los Swedish House Mafia, tuvo que quedarse en tierra en un sitio tan bonito como es Yakarta.
Conclusión: el concierto queda suspendido y previsto a realizarse el lunes.
Fue bonito enterarse de esta noticia a las 14:00 teniendo previsto salir del hotel a las 15:00.

Puesto que teníamos la entrada pagada, el lunes, cogimos un taxi, y nos aventuramos hacia el concierto tras echar un quinito.
Después de un viaje movidito, que duró 3 horas ni más ni menos y en el que en ningún momento pudimos superar los 10 km/h, llegamos al recinto. Pero antes, obligamos al taxista a punta de pistola, a parar para echar un meo. Temimos por nuestra vejiga, temimos por nuestra vida.

Según entramos en el recinto, establecimos un punto de encuentro, aunque nadie pensaba que iba a ser necesario, y nos enfilamos para coger las entradas. Nunca algo tan simple, había costado tanto tiempo, y el tiempo avanzaba y el concierto.....terminaba.

Una india que hablaba alemán, a la que le caímos bien, decidió ayudarnos, y agilizó la entrega de nuestras pulseras acreditadoras.

Por fín nos posicionamos delante del escenario, bien grande, como se merece un buen festival.



Mientras "disfrutábamos" del concierto, pudimos observar las primeras piernas femeninas indias: somo como las de las blancas, pero en negro...quién lo iba a decir!!
Y es que la noche nos confunde a todos, y los mozuelos, aprovechaban para magrearse con sus mozuelas; el concierto, pasaba a un segundo plano.

Durante estos momentos de observación, Alejo decide desaparecer sin avisar. El si que es un aventurero.

Termina el concierto y no aparece. Los demás, nos dirigimos al punto de encuentro (ese que no iba a servir para nada) con la esperanza de encontrarlo.

Al de unos minutos, Ruiz fue a buscarlo, y al de poco ahí que aparecen.
¿Dónde estabas?-¡En la primera fila, viviendo la música!

Después de este emotivo reencuentro, nos dirigimos a buscar el taxi, pero aquello era un caos.
Llamamos al chofer, y seguimos sus indicaciones para encontrarlo, pero fue imposible hallarlo.
Al final, muy majo el taxista, vino a buscarnos y nos dirigimos hacia el taxi.
Normal que lo encontráramos, estaba un 1km del recinto, que por supuesto, tuvimos que recorrerlo andando.

Cogiendo carreteras secundarias que daban bastante miedo, llegamos en un plis (una hora) al hotel. Alegres nos metimos en la cama a la espera de un nuevo día.





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